Las protestas en línea son importantes, pero a veces es necesario que sus acciones estén fuera de línea. Ya sea para llamar más la atención de los medios o para romper la sensación de aislamiento que se desarrolla cuando solo se le permite ser “virtual”.
A veces puede ser demasiado arriesgado salir a la calle. O puede ser difícil conseguir suficientes participantes para que un evento sea impresionante.
En este caso, usar imágenes de personas, en lugar de personas reales, puede ser una buena combinación entre seguridad e impacto.
La proyección de imágenes de personas en edificios públicos se ha utilizado a menudo como una forma de hacer que estas instituciones escuchen simbólicamente las voces de estas personas.
La primera vez que se utilizó esta táctica se remonta a la proyección de septiembre de 2015 en el Parlamento español de un video holograma de personas manifestando. Esta acción se realizó para protestar contra la ley española que amenazaba con limitar los derechos del público a manifestarse, por lo que fue una excelente ilustración de cómo el medio es también el mensaje.
El formato fue adoptado más tarde por Amnistía de Corea, donde decenas de hologramas de “manifestantes fantasmas” marcharon en el centro de Seúl para protestar por la restricción del gobierno surcoreano a la libertad de reunión y expresión.
Pero esta acción requiere una sólida configuración tecnológica.
Para les activistas con menos recursos, son posibles otras formas de proyección digital.
En Filipinas, activistas climáticos de 350.org realizaron una marcha virtual en septiembre de 2018 para proyectar las fotos de más de 500 comunidades de primera línea, activistas, estudiantes, artistas, feligreses y otres defensores de la acción climática en Quezon City.
La marcha virtual es una protesta con hologramas que une el activismo en línea y fuera de línea mediante la recopilación de fotos a través de presentaciones en línea y la carga en un Pixelstick, una barra digital que proyecta imágenes de luz para fotografías de larga exposición. Aparte de las presentaciones en línea, las fotos provienen de las más de 30 comunidades y organizaciones involucradas en 350.org.
En San Francisco, les activistas ambientales también han utilizado proyecciones animadas para crear un gran efecto emocional, dando vida a los edificios. Una excelente manera de llamar la atención. Pero completamente a resguardo, seguros.
La pandemia de COVID-19, al cerrar la acción callejera, generó muchas iniciativas alternativas que utilizaron proyecciones y hologramas como medios.
En Washington, EE. UU., el artista visual Robin Bell proyectó fotos de las víctimas del COVID-19 en un edificio junto con mensajes de sus seres queridos como parte del Covid Memorial, un archivo digital que honra a les fallecides y a quienes les lloran. “Colectivamente, estamos pasando por una pérdida. Estamos pasando por el dolor ”, dice Bell. “Hay algo en tomarse un momento y reconocer dónde estamos y reconocer a las personas que hemos perdido”.
En abril, Greenpeace Bélgica protestó frente al edificio del Consejo de la UE proyectando una performance de hologramas por primera vez en Bruselas. Esta acción se organizó para hacer que el gobierno de la UE rinda cuentas para que nuestras sociedades sean más justas, más ecológicas y más resistentes a crisis futuras.
A principios de mayo, una imagen de esperanza brilló en un edificio de oficinas del centro de Seattle. El artista urbano Karl Read proyectó The DREAMER, una iluminación de un niño volador, para elogiar a les cuidadores de la salud y a les trabajadores esenciales de todo el mundo (haga clic en la imagen para reproducir el video).
El colectivo artístico-activista The Illuminator ha utilizado intervenciones de proyección a gran escala como su principal estrategia. Para protestar por la respuesta de la administración Trump a la pandemia, el grupo proyectó sus demandas en un edificio de gran altura en Manhattan, incluyendo “CANCELAR EL ALQUILER”, “Atención gratuita para COVID” y “Atención médica para todes”.
En Santiago, Chile, el estudio de diseño artístico Delight Lab proyectó las palabras “Hambre” y “Humanidad” en edificios públicos, aunque el esfuerzo fue censurado por la policía chilena. El colectivo de arte digital Projetemos en Brasil protestó contra la inadecuada respuesta a la crisis del presidente Bolsonaro, mientras que el colectivo de arte y activismo latinoamericano Articiclo protestó por las limitaciones de la atención médica nacional en México y Argentina
El proyecto del artista Hank Willis Thomas, “The Writing on the Wall” (La escritura en la pared), destaca las luchas de les encarcelades durante la pandemia. Thomas proyectó los mensajes, que fueron escritos por personas en la cárcel, en los edificios de justicia penal en el centro de Manhattan.
El resurgimiento del espíritu comunitario ha demostrado que las personas pueden, y lo harán, unirse para ofrecerse apoyo durante la crisis. Los videos virales muestran películas que se proyectan en las paredes de los vecindarios para mantener entretenidos a les habitantes, especialmente en países donde las restricciones son más estrictas.
La organización italiana Alice nella Città inspiró a la gente a proyectar películas en los edificios vecinos. Pronto, películas clásicas como Dead Poets Society y La Dolce Vita trajeron un momento de alegría cuando se proyectaron en las ciudades de Roma, Palermo y Turín.
Proyectos similares se llevaron a cabo en Berlín, París, Bogotá, Madrid, Río de Janeiro y Cork, Irlanda.
En el Reino Unido, el personal del Servicio Nacional de Salud ha pedido al gobierno más equipo de protección personal (EPP) en un video proyectado en el Palacio de Westminster. “Primer Ministro, nos alegra saber que se ha recuperado del Covid-19 … El NHS le salvó la vida. Ahora te necesitamos para salvar el nuestro ”, comienza el video. La proyección, organizada por el grupo de protesta política Liderados por DONKEYS, fue montada por un equipo de dos personas que llegaron por separado y mantuvieron un estricto distanciamiento social en todo momento.
Mira la proyección completa en Twitter